Roya blanca es una de las principales enfermedades de las espinacas que hasta hace poco estaba limitada a Norteamérica.
Distribución geográfica
Había habido brotes principalmente en las zonas del este y el centro de Estados Unidos. El primer caso conocido en Europa se produjo en Creta en 2012.
Síntomas y diagnóstico
Los primeros síntomas de la roya blanca son unas manchas cloróticas en las hojas. Rápidamente se forman ampollas blancas en anillos concéntricos que rodean las lesiones amarillas. Las lesiones pueden fusionarse y volverse necróticas. Las oosporas se producen en lesiones más antiguas.
Condiciones para que se desarrolle la enfermedad
Las oosporas son la fuente principal de la inoculación en muchos casos, pero las esporas aerotransportadas de los cultivos infectados, residuos de cultivos y plantas de emergencia espontánea también son importantes en la difusión dentro de un cultivo y de un cultivo a otro. Se sabe que la enfermedad también se transmite por las semillas. Algunas especies de Chenopodium podrían ser huéspedes herbáceos. Las esporas aerotransportadas (esporangios) germinan en las aguas libres y generan entre seis y nueve zoosporas que suelen formar un quiste y que penetran después en la hoja. La temperatura óptima para la infección está entre los 12 y los 16 °C. A estas temperaturas, es posible que se produzca una infección en periodos de humedad de hoja breves (tres horas), pero se requerirían periodos de humedad de hoja mucho más prolongados en condiciones menos favorables.
Impacto e importancia
Esta enfermedad ocasiona daños considerables en las plantas afectadas y requiere una gestión cuidadosa que incluya la rotación de cultivos, el uso de variedades resistentes y un tratamiento con fungicida. El tratamiento de semillas puede proteger relativamente frente a la inoculación a través del suelo y puede ser esencial para evitar la transferencia a las semillas.