Existen dos especies de Alternaria que provocan manchas en las hojas y cápsulas semilleras. Pueden darse por separado o combinadas en todas las especies de brassica. Las pérdidas que provocan suelen deberse a los efectos que tienen en el aspecto y la calidad. Hay una especie relacionada, la Alternaria raphani, que ataca a los rábanos.
Distribución geográfica
Las enfermedades de la hoja por alternaria se dan en todas partes del mundo, tanto en cultivos hortícolas como en cultivos extensivos.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas tempranos son manchas oscuras pequeñas (de 1 a 2 mm de diámetro), que se asemejan a los patrones de manchas de otros patógenos y problemas fisiológicos. Las manchas de la hoja se agrandan y se vuelven marrones, con anillos concéntricos de crecimiento micótico esporulante. Estas manchas anulares características en ocasiones se presentan con un halo amarillo. El desarrollo de lesiones menores y secundarias en torno a estas manchas anulares más grandes facilita el diagnóstico. Es difícil diferenciar entre la A. brassicae y la A. brassicicola por los síntomas de la hoja, pero es fácil distinguirlas por la forma de las esporas al microscopio. En caso de una epidemia, se pueden desarrollar muchas manchas en la hoja, lo que provoca la muerte de las hojas maduras. Durante el periodo vegetativo, la enfermedad se extiende por todo el cultivo y la infección se puede producir en tallos y brotes de las coles de Bruselas, cogollos de repollo y cabezas de coliflor. El tizón foliar de Alternaria también provoca problemas en el repollo blanco almacenado, aunque normalmente la infección se puede eliminar de las hojas exteriores. En los cultivos de semillas, las cápsulas semilleras quedan dañadas; las más gravemente infectadas maduran prematuramente y pierden su semilla.
Condiciones para que se desarrolle la enfermedad
Estos patógenos se transmiten por semillas y se producen tanto dentro como fuera de ellas. Las semillas infectadas pueden tener una capacidad de germinación reducida y generar plantines con cotiledones infectados. Aunque en los últimos años los niveles de Alternaria spp. en las semillas han sido bajos, existen diversas fuentes de infección a través de esporas aerotransportadas en los residuos de los cultivos, cultivos contiguos y malezas. La colza y las brassicas para forraje también se ven afectadas. Es más, en algunos lugares, las esporas aerotransportadas que se dispersan durante la cosecha de los cultivos también pueden ser importantes. La esporulación requiere un alto nivel de humedad, durante 12 horas como mínimo, y la infección requiere un periodo de humedad de la hoja de unas 10 horas aproximadamente para que la enfermedad se desarrolle de forma considerable. Ambos patógenos muestran una escasa actividad por debajo de los 5 °C, pero la producción de esporas es óptima entre los 18 y los 24 °C para la A. brassicae y ligeramente más elevada para la A. brassicicola (entre 20 y 30 °C). El ciclo de la enfermedad dura entre cinco y siete días y la epidemia puede desarrollarse rápidamente cuando el tiempo es cálido y húmedo. En el caso del rábano, las temperaturas necesarias para A. brassicae y A. brassicicola y para que se produzca la esporulación se sitúan entre los 13 y los 31 °C.
Impacto e importancia
Los efectos más importantes del tizón foliar de la Alternaria se refieren al aspecto del producto para la venta. La rentabilidad de los cultivos puede ser menor si una infección grave ocasiona la caída de las hojas o se requiere un recorte avanzado, sobre todo en cultivos vulnerables, como la col china, el pak choi y el nabo. En los cultivos de semillas, es posible que la enfermedad afecte a la producción y al tamaño de las semillas. Los cultivos pueden verse rechazados cuando las semillas están gravemente infectadas. La gravedad de la enfermedad puede ser mayor si el encamado se produce durante o poco después de la floración del cultivo. Se sabe poco de la resistencia a esta enfermedad en las especies de brassica, y los agricultores solo pueden utilizar fungicidas para la aplicación foliar en cuanto aprecian los primeros síntomas. Los fungicidas se utilizan también en los cultivos de semillas para proteger las cápsulas semilleras.
El control de la Alternaria spp. transmitida por semillas con un tratamiento de semillas contribuye a la gestión general de estas enfermedades.