Peronospora farinosa

Introducción​

El mildiú lanoso suele considerarse la enfermedad más prevalente en las espinacas. La resistencia genética solía considerarse el método de control más eficaz, pero en los últimos años han surgido nuevas cepas que amenazan a la producción.​

Distribución geográfica

El mildiú lanoso es un problema en todo el mundo. Las cepas pueden ser ligeramente diferentes según el país, pero es prácticamente inevitable que se extiendan nuevas cepas en todo el mundo.​

Síntomas y diagnóstico

Los primeros indicios de mildiú lanoso son puntos de forma irregular, de color verde pálido o amarillo.  En la parte inferior de la hoja, y a veces también en la superior, en condiciones de tiempo húmedo, se observa una formación de esporas moradas. Las lesiones de la hoja son más grandes y se vuelven más claras. En los casos más graves, las hojas se enroscan y se marchitan por completo.​

Condiciones para que se desarrolle la enfermedad

El mildiú lanoso puede ser causado por oosporas que se transmiten por el suelo, o por semillas, siempre que se haya detectado la presencia de oosporas en las semillas. El patógeno puede sobrevivir en plantas que emergen espontáneamente y, en cierta medida, dispersarse a través del cenizo (Chenopodium album). Durante el periodo vegetativo, las esporas aerotransportadas de cultivos infectados son la fuente más obvia de inoculación. El desarrollo de la enfermedad se refuerza por las condiciones de frío y humedad, con una tasa de dispersión rápida a temperaturas entre los 15 y los 25 °C. El riego se aplica periódicamente para impulsar el crecimiento del cultivo; la humedad residual en las hojas puede empeorar los problemas con el mildiú lanoso.​

Impacto e importancia

En los casos más graves, el mildiú lanoso puede causar la perdida total de la produccion Las variedades resistentes han sido una parte esencial del control de las enfermedades, pero la reciente evolución de nuevas cepas está minando esta estrategia. Los estudios realizados en Estados Unidos indican que existen aislamientos que pueden vencer a los genes de resistencia R1-14. Hay pocas fuentes de resistencia al mildiú lanoso a disposición de los agricultores y, en consecuencia, cabe esperar que las pérdidas provocadas por esta enfermedad aumenten en el futuro. El tratamiento de semillas con metalaxil-M ofrece una cierta protección frente al mildiú lanoso, pero también deberían utilizarse otros ingredientes activos en tratamientos de pulverizaciones para limitar la evolución de las cepas resistentes a los fungicidas.