Las plantas afectadas muestran indicios de marchitez y el tallo normalmente se pudre por completo. Es posible que se aprecie un mildiú rosáceo. La marchitez comienza en un lado y hace que los brotes se doblen. Las raíces pueden resultar afectadas en distintos grados, dependiendo de las especies de Fusarium.
Condiciones favorables
El Fusarium se desarrolla más rápidamente a temperaturas de aproximadamente 27 °C y un valor de pH inferior a 6,5. Las raíces dañadas proporcionan puntos de acceso para las esporas.
Dispersión/supervivencia
El hongo sobrevive en forma de hebras de micelio y/o esporas fuera de las semillas y las plantas enfermas. La infección se produce a través de las raíces dañadas o la infección directa del pie de la planta. Algunas de las especies crecen en los vasos de la planta. La planta produce resina, que bloquea los vasos y hace que la planta se marchite. El Fusarium se dispersa por las semillas, el viento, el suelo y el residuo de las plantas (según la especie).
Fusarium culmorum
Se trata de una enfermedad de la cebolla transmitida por el suelo extremadamente frecuente. Hay...